jueves, 14 de diciembre de 2017

PONTONES Y SANTIAGO DE LA ESPADA EN EL CAMINO DE SAN JUAN DE LA CRUZ



Estatua de San Juan de la Cruz Peregrino, Caravaca de la Cruz,
foto extraída de la página ALMUNIA (Hospedería Rural)

Manuel Fernández Espinosa

Hoy, 14 de diciembre, se celebra la memoria de San Juan de la Cruz, Patrón de los Poetas en lengua castellana, reformador del Carmelo, cuya obra constituye una de las cumbres de la poesía española. Su fama es mundial, siendo uno de nuestros poetas más traducidos y comentados, dentro y fuera de España. San Juan de la Cruz es el príncipe indiscutible de la poesía mística (y no hablamos ya de los enjundiosos comentarios que a sus propios poemas hizo, para mejor declarar lo "cantado" en sus versos místicos.) A veces, cuando se habla de "mística" se tiende a pensar que los místicos viven en torres de cristal, sin contacto apenas con la realidad, lo que delata una falta de conocimiento sobre el asunto en cuestión. 

En el caso de la mística española esto no es así como se piensa, nuestros místicos no se hicieron extraños a la realidad vital y social, sino que vivieron entrañados en la realidad. Esto lo han sabido ver bien los mayores especialistas en nuestra literatura. Así, el británico Edgar Allison Peers, uno de los mejores conocedores de nuestra mística y traductor de San Juan de la Cruz al inglés, pudo decir: "...el misticismo español es intensamente férvido, realista y personal". El pensador granadino Ángel Ganivet lo había dicho con antelación al erudito inglés: "El espíritu español no enmudece, como algunos piensan, para dejar el campo libre a la acción; lo que hace es hablar por medio de la acción." La gran mística Santa Teresa de Jesús, amiga de San Juan de la Cruz, solía decir que Dios también estaba entre los pucheros; la experiencia religiosa en los más elevados místicos españoles no fue nunca sinónimo de algo así como la inacción, para vivir escuchando músicas celestiales, lo que los caracteriza es, por lo contrario, una acción que, a tenor de sus biografías, se nos figura sobrehumana: escribían, sí, pero también tenían tiempo para echarse a los caminos, para ir a fundar conventos aquí y allí. Esta vida activísima (impulsada por una fe profunda) indica esa singular idiosincrasia de nuestros místicos que, lejos de evadirse de la realidad, fueron almas contemplativas a la vez que almas muy activas.

Almas activas y andariegas. En el orden de esa actividad es como San Juan de la Cruz entra en contacto con Pontones y con Santiago de la Espada, convirtiéndose así en una de las figuras históricas más importantes que pasó por nuestros pueblos. Santa Teresa había venido a fundar conventos en el Reino de Jaén y San Juan de la Cruz, siempre en comunión con la gran reformadora, también vino a nuestra provincia. Comisionado por la misma Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz visitó hasta en siete ocasiones Caravaca de la Cruz, localidad en la que Santa Teresa de Jesús había fundado, sin poder ir hasta allí, el convento de San José el año 1576. Por no poder ir ella, la Fundadora encomendó a San Juan de la Cruz que visitara la fundación, a requerimiento de las monjas de Caravaca que querían estar mejor asistidas. En 1581, segunda visita de San Juan de la Cruz a Caravaca, las carmelitas le ruegan que él mismo funde un convento de carmelitas descalzos masculino y, seis años después, en 1587 se fundó allí el Convento de Nuestra Señora del Carmen.

Desde Beas de Segura (centro teresiano de Jaén), San Juan de la Cruz tuvo que hacer sus viajes a Caravaca, atravesando la Sierra de Segura, lo que hoy es territorio de tres Comunidades Autonómicas: Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia que, de este modo, se han visto hermanadas, tras muchos siglos después, al haber albergado algunos de sus municipios al egregio peregrino. Estos municipios han impulsado el CAMINO DE SAN JUAN, cuya ruta incluye a Pontones y a Santiago de la Espada. Se sabía, por tradición oral, que San Juan de la Cruz había pasado por Santiago de la Espada, incluso se conjetura que pudiera haber hallado albergue en la posada. En julio de 2017, los Alcaldes de los municipios que conforman la ruta se reunieron en Caravaca de la Cruz, recibidos por el Alcalde anfitrión, D. José Moreno y el Prior Pascual Gil, por la Orden de los Carmelitas Descalzos.

Y la Ruta ya es una realidad, una ruta que hermana a localidades andaluzas, manchegas y murcianas. Ahí está el camino: dispuesto a recorrerse, para ser una aventura tanto exterior como interior. 


Alcaldes de los municipios que atravesó San Juan de la Cruz, foto extraída del periódico LA VERDAD

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